En este país nos quejamos de todo. Aplaudimos más al de afuera que al nacional. Apoyamos más al artista de afuera que a los talentos del patio, pero cuando se ganan reconocimientos internacionales, dizque nos sentimos orgullosos de ellos.
Para algunos todo el mundo es corrupto o tiene un precio o tenemos el juegavivo en el ADN, por lo que cuando alguien hace algo bueno, hay que buscarle la quinta pata al gato para encontrarle lo malo. Algunos tienen como entretenimiento criticar lo que sea, siempre que no afecte sus intereses.
La prueba más reciente, la clasificación de Panamá al mundial. Solo días antes de eso, montón de gente en esa letrina llena de excremento y hedionda en que se ha convertido el Twitter e Instagram, despotricaban contra los jugadores, contra el técnico, contra la federación, contra los medios, pero cuando ganaron, esos mismos que los atacaban eran más panameños que el arroz con pollo y hasta calzoncillos y pantis tricolor se querían poner. Ahí la selección era lo mejor.
Por eso la noche del miércoles no fue una noche cualquiera. Esa noche no solo para efectos televisivos, también para efectos país, tiene una gran importancia porque vimos, ya sea por TVN o por Cable Onda Sport, que hay un montón de gente buena que merece no solo nuestro reconocimiento, también nuestro respeto y que, como medios, busquemos los espacios para que conozcamos a más como ellos.
Y es que la noche del miércoles fue la gala de Héroes por Panamá, proyecto de TVN Media, pero también fue la gala por Cable Onda de los COS Awards a lo mejor del deporte nacional. Ambas premiaciones nos deberían llenar de orgullo, pero también de vergüenza.
Miren, hay que ser un verdadero cabrón para no aplaudir estas propuestas en su fondo. Yo como crítico de televisión tengo la obligación de analizar lo que vemos a cuadro: producción, contenido, su forma, estilo, fondo, pero usted como ciudadano y como audiencia tiene el deber de analizarlo en su justa dimensión: en su fondo.
Ambos espacios nos reflejan, lamentablemente, un Panamá y un panameño que las noticias ignoran. Por crudo que sea, esa es una realidad.
Honor
hay un montón de gente buena que merece no solo nuestro reconocimiento, sino también nuestro respeto.
Nuestros espacios informativos no están hechos para noticias buenas porque, erradamente o convenientemente, para quienes están a cargo, para los productores, para algunos reporteros o para los dueños de medios, eso es relaciones públicas y pensar así solo demuestra una ignorancia supina sobre lo que es información.
Y Héroes por Panamá, hermoso proyecto de TVN, y COS Awards, hermoso proyecto de Cable Onda, son eso, información en positivo. Información refrescante y esperanzadora que en cualquier país del mundo donde no existan egoísmos ni mala leche, serían información de otros medios, tapas de diarios o los comentarios de los mal llamados shows de opinión radiales porque estamos hablando de panameños que hacen la diferencia. De gente que demuestra que con sacrificio y entrega y casi siempre sin apoyo- se puede lograr éxito en el deporte. Gente que sin pensar en ellos ni estar todos los días a cuadro o en los pereques que tenemos como informativos en las mañanas hace mucho más por el país que esos a los que los noticiarios le dan montones de minutos aire a cuadro por ratings.
Pero usted que me lee también es responsable de que los Héroes por Panamá y los atletas del país no tengan más presencia en pantalla, precisamente porque es usted el que le da rating a la porquería. Es usted el que no le exige a las televisoras mejores contenidos, como estos.
Me alejo un poco hoy- de criticar la producción de ambos shows. Hoy yo aplaudo a todo el equipo que estuvo detrás de la producción de Héroes por Panamá de TVN. Aplaudo a todos los que estuvieron detrás de la producción de COS Awards 2017 de Cable Onda. Aplaudo a esos héroes del deporte y de la sociedad civil por demostrar que los buenos sí somos más, ¡estos sí somos más!.. Y que en el país donde pareciera algunos quieren vendernos que lo bueno es poco, ustedes son tan campeones como héroes. ¡Bravo!