#Nochedetoldo
Para nadie es un secreto que soy defensor desde el día uno de Cuna de Acordeones, proyecto de Telemetro, porque creo fielmente que es uno de los pocos shows de concurso musical de temporada que realmente aporta algo a la audiencia que los sintoniza, al público que los acompaña en directo donde se realice y, sobre todo, a los participantes.
A diferencia de otros shows, en este la mayoría de los que en el han participado siguen, poco o mucho, teniendo toques, más allá del tamaño y la repercusión de ellos, como proyecto televisivo, sí es una vitrina para conocerlos como nuevos talentos de la música típica panameña.
Como usted sabe teníamos años de no contar con este proyecto al aire y alguien en Telemetro, con olfato, detectó no solo el vacío de espacios-concursos sobre lo nuestro, también la abundancia de porrrrrrquería que hubo en televisión nacional el año pasado donde perdimos todos: audiencia, clientes, televisoras y participantes, aunque algunos muy tontos crean que ganaron exposición.
Yo estoy feliz con el regreso de Cuna de Acordeones porque cumplió con "casi todo" lo que por lo menos yo esperaba de su regreso, sí, leyó bien, casi todo.
En su primer "baile televisado" vimos jurados con la sapiencia necesaria para calificar y eso es maravilloso porque nadie puede refutar que son talentos con años de expertise tanto en la música típica, como en el manejo del acordeón, como en el estar en una tarifa o toldo. Los asesores son, indiscutiblemente, talentos del patio que saben lo que le gusta al público porque también viven o han vivido de esto. Se hizo un buen casting nacional porque los participantes tienen mucho talento, demostraron conocer de ritmo, melodía, armonía y algo de ejecución de partituras musicales. Producción Telemetro ofreció una buena producción visual y técnica para televisión sin perder la esencia de lo que es un baile en toldo, los presentadores fueron los correctos porque llevan en su ADN amor a ese show y, en cuanto a ritmo, esta primera gala lo tuvo sobre todo porque inició no solo dando un contexto sobre el arte del acordeón y la música típica panameña, sino que apelaron a hacerle un homenaje a una de las personas más simbólicas de nuestra música como lo fue Victorio Vergara.
Por qué escribo arriba "casi todo", porque no comprendo en qué cabeza cupo que el regreso de un show, que trata sobre nuestra música, lea bien, nuestra música tenga como artista invitado a un artista no panameño por muy popular que sea. No señores, lo lamento, pero fue un desacierto que en esta primera gala sea un artista no panameño que además, no tocó con acordeón, la estrella invitada. Eso es incoherente. Esto es, proporciones guardadas, la misma incoherencia de cuando Panamá cumplió 100 años y el artista más importante de la celebración era Juanes. ¿Comprenden? Y Ojo, no tiene que ver con nacionalidades ni patriotismos, tiene que ver, en el caso de Cuna de Acordeones, con coherencia del producto como un todo.
Por mucho que sea un cantante popular, por mucho que la repetición de esa telenovela sea un éxito para su pantalla, por mucho que guste el vallenato, por mucho que en Colombia se use el acordeón, por mucho que hayamos estado unidos a Colombia, por todas las justificaciones que se tengan, como producto nuestro, sobre nuestro folclore, que busca nuevos talentos del patio, no encajaba en la propuesta por mucho que haya regalado una canción y todo lo que ustedes quieran.
Aquí en Panamá hay un montón de gente maravillosa en el arte del acordeón que bien pudieron ser los artistas invitados. Les recuerdo un par por si a la producción se le olvidó: Osvaldo Ayala, Dorindo Cárdenas, Ulpiano Vergara, Sammy Sandoval, por mencionarles algunos que estoy seguro, hubieran encendido el estudio desde donde se transmitía el show y por ende la pantalla. La producción para hacer un escándalo y hablar de un gran regreso bien pudo hacer un opening con todos los arriba mencionados o unirlos en un toque único como "artistas invitados" porque nadie mejor que ellos en el país son reconocidos como "nuestros acordeonistas", además, qué mal mensaje le dan a la generación nueva que ahí participa al vender como gran estrella a un artista que ni siquiera tocó el acordeón.
Excepto eso, a todas luces un patinazo imperdonable, Cuna de Acordeones llegó para quedarse. Yo se los aplaudo y agradezco. Hacían falta las #nochesdetoldo.
qué mal mensaje le dan a la generación nueva que ahí participa al vender como gran estrella a un artista que ni siquiera tocó el acordeón.