Querido Santa:
No sé si pedirte cosas, recordarte todo lo que no me cumpliste o rendirme. Lo que sí sé es que quedó claro en tu trineo con los regalos del 2017 que cumpliste uno de mis más grandes deseos, que te agradeceré a borbotones, y fue el que la gente del canal comercial de la Tumba Muerto no regresara este año esa cosa espantosa de mal gusto que mal calificaron de "megaproducción" y que se llamaba Big Brother. El tiempo, como siempre, me da la razón, querido Santa, y fue debut y despedida de las pantallas de todos los hermanitos. Gracias, le hiciste un bien al país.
Sé que soy un pedigüeño y que todos los diciembres me salgo con un listado de regalos que quiero, pero no claudicaré y esta Navidad no será la excepción. Ahí voy. Serán pocos.
Quiero pedirte que la gente que ya no está a cuadro, por el motivo que sea, sane su alma, elimine sus rencores, se ponga curita en sus heridas y deje de despotricar en redes sociales de los canales de televisión a los que, cuando era parte de ellos, defendía a capa y estada. Regálales árnica para que si hay dolor aún por no estar en esos canales, que no se sienta o lea.
Quiero pedirte que les regales un "chin" de humildad a todos esos que se consideran influenciadores en redes sociales y que usan su participación en los medios para mercadearse ellos y ganarse varios camaroncitos por Instagram y Twitter. Como ellos no entienden qué es eso de la humildad, mézclasela con el ron ponche o con el relleno del pavo. Para que se la coman sin darse cuenta. O mejor aún, te tengo una superidea, consígueles una marca de laxantes que los contrate a ver si se los toman y graban historias promocionando cómo les fue con ellos o lo maravillosos que son. Ojo, inclúyeles una letrina... por si aca...
Quiero pedirte que hagas algo con los "shows" de chismes dizque de la farándula, que ya no son de chismes ni de información y mucho menos de espectáculos. Porfa Santa, qué tal si les regalas un manual, primero de buenos modales para televisión y segundo sobre géneros periodísticos y fuentes periodísticas. Ellos te lo van a rechazar porque todo lo saben, pero tú dale, que aunque sea para adorno de la mesita lo tendrán que usar. Si no leen el capítulo donde se trata eso de "si critico a los demás, tú debes aceptar críticas", castígalos.
Quiero pedirte que desde ya hagas algo con los colegas de deportes que se van para Rusia y los que se quedan aquí. Recuérdales que van a trabajar. O sea, a cubrir un hecho deportivo que es el mundial, no a corretear como niños en Disney a los futbolistas más famosos para tomarse la foto de la taquilla. Regálales un kit de cómo hacer periodismo deportivo puro en tiempos donde quieres taquillar más que trabajar. ¡Ah! Y por favor, vuelve a enviar a la Sra. Jenia Nenzen y al Sr. Eduardo Lim Yueng a Rusia, que ambos hicieron un buen trabajo allá dentro de sus áreas periodísticas. Hazlo porque eso es lo propio y, a los que se quedan, regálales agua con azúcar para calmarles su histeria o envidia y que dejen de inventar campañas contra "alguien" Ya me enteré por donde inició todo y quién fue la mente perversa. En otra carta te lo cuento, Santa.
Quiero pedirte, y esto sí es un regalo más que necesario, que los "shows" de música urbana eleven el nivel. Sí Santa, ellos quieren que la gente no los vea como vulgares y sus "host" se presentan de lo más vulgar en cada "show". La música urbana no tiene nada que ver con ser chusma ni con ser grotesco ni con la chabacanería. Si les regalas un poquito, aunque sea mínimo, de entendimiento de ello, ya damos un paso. ¡Criminalllll!
Tranquilo que no te voy a abrumar. Ya termino, que no tengo mucho espacio y después Shanyda Peñalba me quiere cortar líneas. Es muy importante que regales profesionalismo y cajas sin forro de humildad a ciertos nuevos talentos de la industria que creen que su seudopopularidad de hoy vale más que las trayectorias de ayer construidas con trabajo. Cuando se es humilde de verdad, cuando se es profesional de verdad y cuando se quiere construir una carrera con trabajo, no con polémicas tontas y torpes, se respeta a quienes tienen años en los medios y de ellos se aprende. Regala mucha humildad, mucha, mucha, mucha.
Y ahora sí, lo más importante de esta minicarta es pedirte que cada uno de mis lectores y seguidores en redes sociales tenga la mejor Navidad. Que esta importante fiesta la celebren en familia junto a sus seres queridos y, sobre todo, que nos regales a todos incluyéndome dosis de tolerancia y respeto hacia los demás.
No pido mucho ¿o sí, Santa?
¡Feliz Navidad para todos!
Quiero pedirte que desde ya hagas algo con los colegas de deportes que se van para Rusia y los que se quedan aquí.