Desde muy pequeña quería ser abogada o maestra. Una vez tuvo la edad para ingresar a la universidad intentó matricularse en la licenciatura de derecho y ciencia políticas, pero como era bachiller en comercio no pudo matricularse.
Como no pudo estudiar la carrera que tanto le gustaba, optó por abrazar la otra profesión que amaba y se matriculó en la Facultad de Educación de la Universidad de Panamá.
Esta carrera la terminó con éxito y desde hace ocho años, trabaja en el Centro Educativo Marie Poussepin, ubicado en el populoso barrio de Curundú.
Otro de sus amores es el folclore, de allí que sea la directora del grupo folclórico del plantel donde labora. Esta abnegada docente baila típico desde que cursaba el primer grado.
Como buena educadora aspira un puesto muy importante en el Ministerio de Educación, pues siente que después de un tiempo dejará las aulas, para crecer profesionalmente.
Ella es consciente de que para lograr esta meta debe estudiar mucho, es por esto que está estudiando la licenciatura de Orientación Educativa y Profesional. Pronto se graduará, porque ya está en quinto año.
Además quiere realizar un postgrado en docencia superior. Como toda mujer algún día espera ser madre, para así tener una familia hermosa.
Mientras todas esas cosas buenas llegan a su vida, continuará esforzándose para hacer de los niños de Curundú, personas de bien. A pesar de que el barrio es difícil, ha sabido ganarse el respeto y amor de sus estudiantes y el de los padres de familia.