Cómo visten las adolescentes

Por medio del vestuario y accesorios, los jóvenes tratan de expresarse y mostrar al mundo un bosquejo del “yo” que han construido para sí y los demás.

En la adolescencia, uno de los conflictos que mayor peso tiene sobre los jóvenes es el cambio físico.

En las chicas, por ejemplo, puede darse una conflictiva seria en cuanto a la imagen corporal y que muchas veces rechazan.

El crecimiento de los senos, la aparición del acné, vellosidades, así como el aumento o la disminución del peso, son aspectos que en ocasiones provocan una insatisfacción en la adolescente que, para empezar a aceptar “ese nuevo cuerpo” recurre por sí sola a vestidos y maquillajes que mejor le parezcan, con el objetivo también de identificarse con algún modelo en particular, una mezcla de varios o simplemente, por sentirse dentro de un grupo donde sea aceptada.

Es común que en esta etapa, la adolescente se sienta muy preocupada por lo que piensen y vean los demás de ella, que llega al punto de sentirse el centro de atención y qué mejor manera de llamar esa atención que por medio de la ropa.

Lo que busca una adolescente por medio de la vestimenta es la comunicación de su personalidad y originalidad.

En las niñasTome en cuenta la comodidad, la calidad de la ropa y la época del año.

Ropas ajustadas o muy anchas no logran confortabilidad.

Hay piezas en las que no vale la pena invertir.

Evalúelas.

Hay que guiarlosLos padres de familia deberían respetar los márgenes para así dejar el campo de la exploración libre a sus hijos, pero es importantísimo también establecer líneas entre esa libertad y un posible libertinaje, llegando a acuerdos donde salgan beneficiadas ambas partes.

Buscan autonomíaDebe recordarse que no son niñas pequeñas que automáticamente ceden a las órdenes de sus padres, sino que ahora son capaces de elaborar decisiones y que buscan autonomía, pero que siguen siendo dependientes de un hogar.

Muchas veces, los padres no comprenden los estilos de sus hijos, les causa disgusto, se genera el choque y los problemas entre ambos, llegando a desencadenar la rebeldía del adolescente.

Las marcasUn punto trascendental a la hora de hablar de la ropa de los jóvenes es la marca.

En este período es habitual que a chicos y chicas les interese mucho de qué marca sean sus camisas, abrigos o jeans.

Por muy básicas que sean, las marcas son el sello de exclusividad que siempre buscarán, pero en familias donde la situación económica no da para ese tipo de lujos, los problemas son más frecuentes porque el joven empieza a compararse con los demás compañeros que sí pueden tener la ropa deseada y las recriminaciones para con sus padres son un pan de cada día por no poder ofrecerles lo que quieren.

Con una marca reconocida, el adolescente siente que destaca entre todos ganando más puntos en atención con los demás.

Ponga límitesEn el caso de las muchachas, se debe estar atento a qué clase de vestimenta portan, pues la vanidad característica de muchas mujeres entra en juego, optando por enseñar de más.

Hay que evaluar qué consideran los padres como “de más” en sus hijas: un pronunciado escote, faldas muy cortas o camisas que muestren el ombligo.