¡Polémica perruna! Álvaro Ochoa, el papá de Pistacho, pide a Katleen Levy cumplir acuerdo por crías de Dracarys
El mercadólogo posteó un video en su cuenta de Instagram explicando que su intención nunca fue comercializar a los animales, como sospechaba Levy, sino simplemente quedarse con un cachorro como fruto de la unión de su mascota con la de ella.
En medio de la controversia generada por los cuatro cachorros de Dracarys Marcela, la hija perruna de la exdiputada panameña Katleen Levy, surgió la voz de Álvaro Ochoa, el dueño de Pistacho, el dueño del perro que protagonizó la cruza.
El mercadólogo posteó un video en su cuenta de Instagram explicando que su intención nunca fue comercializar a los animales, como sospechaba Levy, sino simplemente quedarse con un cachorro como fruto de la unión de su mascota con la de ella.
“El del primer acercamiento fui yo, coincidimos, tenemos un amigo en común y bueno se dio el tema. Desde el primer momento le manifesté que yo quería tener crías de Pistacho para que creciera, digamos, con sus cachorros al lado. En ningún momento se le manifestó venta, en ningún momento se le manifestó comercialización y lucrarse, porque realmente, pues, no vivo de eso. Yo tengo empresa, tengo mis negocios y no necesito de ese tipo de industria”, explicó.
Álvaro relató que siempre estuvo pendiente del embarazo de Dracarys, del parto y de la evolución de los cachorros, aunque reconoció que le preocupó que el alumbramiento se diera en casa y sin apoyo veterinario directo.
Según dijo, existió un acuerdo verbal con Levy para que él recibiera un cachorro, algo que consideraba justo tras facilitar la monta.
Sin embargo, tras varias diferencias sobre cuál cachorro le correspondería, la exdiputada decidió quedarse con los cuatro.
Reconoció que “en un estado de euforia, en un estado de molestia” le pidió 5 mil dólares como pago por el cruce de los perros. Una petición que Levy ignoró.
Explicó que “desde el amor” y tratando de ser “empáticos con ella en no quitarle la hembra” solicitó quedarse con un macho y que recibió por respuesta “un mensaje elaborado por Chat GPT un poco homofóbico diciendo que no nos veía capacitados como familia para criar al perro y que ella había decidido quedarse con los 4 perros y pagarme por la monta. Y me manda un Yappy (método de pago móvil en Panamá) de $1,000”.
Agregó: “Me pareció indignante falta de respeto, le mandé su para atrás y su Yappy porque a mí no me interesa el dinero, a mí me interesa tener a mi perro y que pistacho crezca con él”.
Aunque insistIó en resolver el asunto desde “la empatía y el amor por los perros”, Álvaro dejó abierta la posibilidad de recurrir a un juez de paz si no se llega a un entendimiento. “Yo solo quiero que Pistacho pueda crecer con uno de su cachorro”, concluyó.