famosos -
No es criticar por criticar
El TitínEsto de ser crítico de televisión es raro, muy raro.Yo sabía que mi columna del lunes despertaría todo tipo de pasiones.Recibí desde aplausos, hasta gente que habló mal de mi santa madre que todas las noches ora para que esos y esas que se llenan la boca diciendo que me conocen, no lo digan.En Twitter, por ejemplo, los seguidores me pedían que publicara la segunda parte, cosa que haré.Por correo electrónico, gente de los propios canales de televisión algunos hipócritas que se abrazan en pantalla- aplaudiendo lo que yo pensaba de sus propios compañeros.Otros, reclamando mi opinión sobre ellos, pero pidiéndome que esa comunicación quedara entre nosotros.Tengo que aclarar.Yo no soy el dueño de la verdad ni estoy cerca de serlo.No soy gurú tampoco.Mi trabajo como crítico no es tener la razón.Mi trabajo, con mi crítica, es que usted reflexione.Es que usted analice lo que pasa en televisión, la oferta que nos dan todas las pantallas y despertar ese interés en ver calidad.Usted como lector tiene derecho a criticar lo que ve en televisión, lo que lee en los diarios y lo que escucha en las radios.Usted tiene la obligación con usted mismo, de criticarlo, de exigirle a los canales de televisión que cumplan sus promesas de horarios, de que los diarios informen con balance y de que la radio no sea ese tinaco en el que algunos están convirtiendo ese maravilloso medio.Yo estoy muy feliz de despertar pasiones con mis columnas tanto en la gente que hace televisión delante y detrás de cámaras, como en mis lectores porque estoy seguro que los invito a hacer un alto y pensar.Pensar es gratis, no se paga impuesto por ellos (todavía).En Panamá, algunos, están acostumbrados a disfrazar relaciones públicas en noticias.Algunos colegas les cuesta, por miedo o por compromisos hacer una crítica dura de un concierto, de una conferencia de prensa, de un talento de televisión o artista.En la columna Aquí y Ahora, esta que publico como El Titín no espere que no diga lo que pienso, lo que analizo, lo que observo.Reitero, yo no escribo ni con el corazón ni con el hígado ni buscando gustar o molestar.Yo escribo porque aspiro a ver televisión de calidad.Aspiro a que la población reciba información balanceada, programas entretenidos, que aporten, que dejen algo y no sean como un alimento dañado que puedo intoxicar.No sueñen mis detractores de oficio.Seguiré escribiendo.Yo critico con respeto, duro, sí, pero con responsabilidad y sustento.Puede gustar, puede que no.No voy a dejar de criticar ni de hacer mis críticas positivas o negativas.No voy a dejar de aplaudir lo que así lo merece.No voy a dejar de emitir mi opinión y mucho menos de respetar a mi audiencia.Ese es un derecho que tengo.El mismo que tiene usted de criticar lo que yo hago.Lo invito.
Etiquetas