La tierra de las fresas
Cubiertas de una capa de crema, de leche condensada o hasta de chocolate encontramos las fresas boqueteñas.
No se puede visitar la provincia de Chiriquí si no se llega hasta el distrito de Boquete, donde nacionales y extranjeros van en busca de estas deliciosas fresas.
Estas son preparadas al gusto del paladar de quien la solicite y se las puede escoger en diferentes presentaciones, solo se tiene que llegar a Boquete, donde son expuestas para que la persona decida cuál es la que más le apetece.
Las fresas que se degustan en Boquete son netamente cosechadas en este distrito, donde la mano de obra en su mayoría son indígenas de la región.
Según Liseth Ameglio, propietaria del establecimientos Fresas Café y oriunda del distrito de Boquete, la temporada alta para la venta de la fruta se da en los tres últimos meses del año y principalmente para enero, cuando se desarrolla la Feria de las Flores y del Café, cuando al distrito llegan miles de personas.
En el caso de su establecimiento, las fresas llegan desde una finca en el sector de Alto Quiel, propiedad de la familia Ameglio, las cuales son sembradas y cultivadas; una vez se realiza este proceso, son lavadas y empacadas para ser llevadas al local para comenzar la preparación de los postres.
Las fresas que utiliza son cosechadas tres veces por semana, los días lunes, miércoles y sábados, luego en el establecimiento son refrigeradas para la preparación de los dulces.
"Las fresas nacen dentro de un clima frío y es por eso que son cultivadas en Boquete y en las Tierras Altas de Cerro Punta y Volcán", indicó la señora Liseth.
Agregó que debido a la exigencia de los clientes, decidió la creación de sus propios postres, como son las fresas con malvas, las fresas con choco-malva, las fresas con crema de coco, las fresas con calúa o las fresas con amaretto.
Las fresas son cosechadas y preparadas en esta región del país. Los precios de los postres de fresas van desde un dólar en adelante. 45 minutos en auto dista Boquete del distrito cabecera de David. 60 por ciento de quienes cosechan las fresas son de la población indígena.