La "maldición" del delantero británico Aaron Ramsey -basada en que cada vez que marca un gol alguna figura pública, ya sea de política o el entretenimiento, pierde la vida - volvió a hacer de las suyas.
Curiosamente el pasado jueves, el atacante galés anotó un gol para el Arsenal, que cayó en penales ante el Bayern Múnich, de Alemania, en la International Champions Cup de China, mismo día en el que Chester Bennington, exvocalista principal de la banda de rock estadounidense Linkin Park, se quitó la vida en su casa de Los Ángeles, California.
Es por ello por lo que los creyentes de esta teoría "atribuyen" a Ramsey la sorpresiva muerte de Bennington, de 41 años.
Esta "condenación" tuvo su inicio hace ocho años, cuando Ramsey marcó para su equipo un día antes de la muerte de Osama Bin Laden.
Después de ahí, siguió con el fallecimiento del CEO de Apple Steve Jobs y el líder de Libia Muamar Gadafi. En 2014 anotó uno de los 3 goles contra el Manchester City y por la tarde se anunció la muerte de Robin Williams.
En 2016, David Bowie y Alan Rickman se sumaron a la lista de la "maldición", después de que cayera otro gol de Ramsey; lo mismo pasó con Whitney Houston, Chavela Vargas, Paul Walker, H. G. Giger, entre una gran lista de fallecimientos.
Es verdad que Aaron Ramsey ha metido más goles y no ha muerto "nadie famoso", pero siendo un jugador que no consigue tantas anotaciones promedia poco menos de 5 al año en sus 11 años de carrera resulta una casualidad muy llamativa lo que sucede cada vez que anota un gol.
Antes de Chester Bennington, su última "víctima" había sido Alan Rickman, actor que interpretó a Severus Snape en la saga de Harry Potter.
