La llegada al Niza del "enfant terrible" del fútbol italiano, el delantero Mario Balotelli, y la salida hacia el Chelsea del defensa internacional brasileño David Luiz han puesto el broche final al mercado estival de fichajes en Francia, desprovisto ya de su gran estrella, el sueco Zlatan Ibrahimovic.
Ibrahimovic, niño de oro del fútbol mundial, puso rumbo al Manchester United el pasado 1 de julio tras acabar su contrato con el París Saint Germain (PSG), y dejó a la liga francesa sin uno de sus rostros más emblemáticos y provocadores.
El fin de sus cuatro años de reinado en el club parisino no se ha cubierto a lo largo del verano con ninguna otra gran estrella, sino que ha ido acompañado de la marcha de Luiz, otra salida significativa en el equipo del técnico español Unai Emery, recién llegado.
Con una actuación calificada en la prensa de "mediocre" en los últimos meses, el brasileño vio apurar las últimas horas del mercado antes de que se confirmara su traspaso de vuelta al Chelsea, valorado en 32 millones de libras (38,5 millones de euros).
