Hay que verlo para creerlo, pensarían, quizás, Santa Claus y el Espíritu de Navidad, dos de los protagonistas de la obra que tiene en cartelera teatro La Estación.

¿Quién se imaginaría que llegaría un día así? En que correría peligro la Navidad, una tradicional y antiquísima celebración decembrina que esperan con anhelo millones de personas. ¡Nadie!

Tocando violín y al lado de su mascota, la chilena Maryorie Cerón se gana la vida en las calles de Panamá, ella es mochilera y busca algunos dólares para seguir su viaje.

Maryorie tiene un talento que podría ser la envidia de cualquier profesional de este instrumento, pero ella prefiere los largos viajes solitarios, en los que puede descubrir el sentido de la vida, que un escenario lleno de personas que la aplaudan.

Ya en algunos puntos de la ciudad de Panamá la Alcaldía se encuentra realizando pruebas para lo que serán las paradas o áreas navideñas, por lo menos es lo que ha manifestado el alcalde José Isabel Blandón.

El año pasado se invirtieron más de 3 millones de dólares en la parada navideña, monto que la Alcaldía compartió con la empresa privada, pero este año será de $2.5 millones para este plan, que incluye el desfile, alumbrado y concierto, presupuesto que para algunos panameños sería mejor invertido en niños humildes.

Con la participación de seis empresas contratistas, el Ministerio de Obras Públicas MOP realizó la reunión previa y homologación para el proyecto de Estudio, Diseño, Construcción y Mantenimiento de Obras para la rehabilitación de la carretera Transístmica, tramo: Plaza Ágora – Estación de San Isidro.

Se han recibido innumerables denuncias por parte de los conductores que transitan esta vía.

Hace más de ocho años, Curundú era un lugar dentro de la ciudad por el que nadie se atrevía a caminar, en medio de un aspecto insalubre y una delincuencia que dejó muchas víctimas, pero hoy su aspecto ha cambiado, aunque los problemas para algunos aún siguen.

Muchos lo recuerdan como un populoso sector de casitas de madera, zinc y pedazos de cartón, de veredas que los llevaban a un sinfín de hechos delictivos, donde niños que hoy son adultos recuerdan haber visto trágicas escenas, pero esos mismos testigos ahora intentan buscar un mejor futuro para sus hijos.