Con la llegada del frío, el Vaticano ha puesto a la venta décimos para la lotería papal, un sorteo de algunos de los regalos que el papa ha recibido en el último año y cuyos beneficios serán destinados a ayudar a los más necesitados.
Esta rifa, llamada Lotería de beneficencia para las obras de caridad del Santo Padre y estrenada este año, busca reunir fondos para ayudar a las personas sin hogar, a los desprotegidos que en la época de invierno sufren con mayor crudeza las consecuencias de las bajas temperaturas.