Cada sábado, 40 jóvenes refugiados manejan sus emociones a través de las artes en los talleres Mentes libres, que es ofrecido por el Servicio Jesuita a Refugiados en Panamá.
Según Tirso Castillo, sociólogo-criminólogo, las víctimas más vulnerables son los niños y jóvenes puesto que producto de la violencia en su país se afecta su desarrollo emocional y psicológico, convirtiéndolos en seres inestables.





