Si usted enfrenta una lucha con sus hijos cada vez que llega la hora de las comidas, no se sienta mal. Es un fenómeno bastante normal que afecta a la mayoría de familias.
Es cierto que le puede frustrar que su hijo se niegue a comer todo lo que usted le pone en el plato, por eso es tan importante que usted se informe y así pueda actuar en ese sentido.