Esto sucede ya que su cuerpo normalmente produce una sustancia llamada serotonina, un neurotransmisor que entre otras funciones regula el apetito, y que disminuye en situaciones de estrés y angustia por lo cual el cuerpo pide reponer nuevamente los niveles de esta sustancia.
Esto provoca que cuando usted se encuentra en situaciones críticas o estresantes, piensa en comida como medio de compensación.





