Las versiones anteriores de este manual y la actualizada, detallan muy claramente que para poder diagnosticar a un niño(a), adolescente o adulto con discapacidad intelectual, debe cumplir con tres criterios indispensables como son:
1. Dificultades en la capacidad de razonamiento, resolución de problemas, juicio, entre otras funciones intelectuales, argumentadas por una evaluación clínica y test de inteligencia.





