Panamá y Colombia, dos vecinos fronterizos que han visto multiplicar sus lazos de negocios, buscan resolver el conflicto generado por la decisión de Bogotá de encasillar al país centroamericano como un "paraíso fiscal'' o susceptible a la evasión tributaria, lo que generó inquietud entre los inversionistas.
El presidente panameño Juan Carlos Varela ha advertido, incluso, con tomar represalias o medidas de retorsión contra su importante socio fronterizo, al considerar que la acción colombiana es "discriminatoria''.





