Las largas filas en los pozos subterráneos donde se instalaron plantas potabilizadoras de emergencia fue el panorama que se vivió en la región de Azuero.
Asimismo, abarrotaron los supermercados para comprar el vital líquido.
Aun cuando gran parte de la población recibió agua embotellada, mostraron su disconformidad, ya que aseguran no ha habido los suficientes controles para garantizar la calidad del líquido.





