Bajo un sol invernal, Alicia, de 12 años, aprovecha los atascos para vender flores hechas de lanas de colores a los enamorados o a choferes malhumorados. Cerca de allí está su mamá con sus dos hermanitos de 8 y 6 ofreciendo lo mismo, pero sentada.
Con un poco de suerte, las dos lograrán reunir al final del día el equivalente a $18 con lo cual sobreviven. Alicia, quien usa su sonrisa inocente para vender las flores, va a la escuela por la tarde, pero durante las vacaciones de invierno, aprovecha y trabaja todo el día.