La Roma respondió a la agónica victoria del Nápoles en el campo del Torino (0-1) con un sufrido triunfo por 3-2 sobre el Udinese que le permitió conservar la segunda plaza de la Liga italiana, con tres puntos más y un partido menos que los napolitanos.
Una victoria en la que jugó un papel decisivo el meta local Morgan de Sanctis, que evitó hasta en tres ocasiones el posible empate de Udinese.





