El ADN de un bebé que fue enterrado en Montana hace más de 12.000 años fue recuperado, y ofrece nuevos indicios de las antiguas raíces de los indígenas estadounidenses de hoy y de otros pueblos indígenas del continente americano.
El niño era parte de la cultura clovis, que habitó en América del Norte desde hace unos 13.000 años hasta hace unos 12.600 años.





