Risas por doquier se escuchaban en la parroquia Santa María, de Cerro Viento, allí estaba Lilia Rosa Caballero, quien participó de las competencias deportivas en la que hubo jóvenes de diferentes templos religiosos.
Por segundo año consecutivo, se realizaron las olimpiadas vicariales de Cristo Redentor, donde acudieron más de 300 jóvenes que buscan mostrarle a los demás una manera diferente de divertirse, teniendo presente a Jesús, destacó Michael Navarro, coordinador de la pastoral juvenil de la iglesia.