Si usted es de esos que anda en Belén con los pastores en la calle, tenga cuidado, porque los delincuentes están a la orden del día y en cualquier esquina.
Ellos no pierden tiempo y en la primera oportunidad que tienen... ¡zas!, lo han dejado hasta sin ropa interior y no se da cuenta. Y es que, aunque suena exagerado, todos debemos estar pendientes, sobre todo en esta época en que se acerca el pago del décimotercer mes y, como se dice en buen panameño, hay plata en la calle.