Precios que dan miedo. Atrás quedaron los tiempos en que las canastitas de cumpleaños se hacían de vasos de cartón y papel crespón; esos eran los cumpleaños yeyes y no salían tan caros como los de ahora.
La tradición de hacer una fiesta a los niños al cumplir años es algo que no pasa de moda y la mayoría de las personas la organiza con gran emoción, pero cuando los precios de los accesorios que componen la festividad se encarecen se vuelve un lujo que sobrepasa el presupuesto.