Solo dos puestos de ventas de alimentos rápidos quedan en la antigua parada de la 5 de Mayo, pues -ahora que nadie se detiene allí a esperar bus- las ventas se han ido al suelo.
Mariela Moreno, quien vende desde hace 14 años chicharrón y sodas, dice que no saben qué hacer, ya que antes llegaban 500 personas a comer y ahora de a malas comen 10, por lo que han pensando cambiarse a otro sitio, porque su familia depende de sus ganancias.