Una jornada única se vivió en el Yankee Stadium de Nueva York, donde una vez más el cerrador estelar panameño Mariano Rivera fue el gran protagonista de principio a fin con la celebración del homenaje y retirada del número 42 y luego en su salida al montículo.
Si había un pelotero que se mereciese ese tipo de homenaje, una ceremonia de 50 minutos, era Rivera, que después de 19 años en las Grandes Ligas, quiso decir adiós a los fanáticos de los Yankees, que siempre le dieron todo su apoyo.



                    

