Tremenda sorpresa se llevaron los moradores de La Siesta de Tocumen cuando se tropezaron con un cadáver la mañana de ayer, al dirigirse hacia sus trabajos.
El cuerpo inerte de Eliécer Pineda, de 30 años, yacía tirado frente al minisúper Vui, ubicado sobre la vía principal de la barriada.
El infortunado no era del sector, por eso nadie lo conocía. Además, como siempre, nadie escuchó ni vio nada.
Pineda tenía dos puñaladas en el abdomen y las autoridades descartan el robo, pues tenía consigo su cartera con todas sus pertenencias.