La Virgen de Copacabana, patrona de Bolivia, adorna el altar de la Basílica de Nuestra Señora de Copacabana, esta vez sin la corona y las joyas.
La Virgen de madera del siglo XVI fue despojada de su corona con sus 18 piedras preciosas valoradas en un millón de dólares, por ladrones que envenenaron la comida de los dos perros de raza mastines que la cuidaban, además les suministraron tranquilizantes a los trabajadores parroquiales. Mientras todos dormían, los fascinerosos rompieron una ventana y usaron una escalera para hacerse del codiciado botín.