Para el adulto mayor la actividad física puede parecer muy difícil, pero es una parte crítica para el bienestar del cuerpo y la salud.
Después de los 35 años, el cuerpo empieza a perder poco a poco masa muscular, el resultado es que el tejido muscular se reemplaza por grasa.
Por eso, es necesario que el adulto mayor haga ejercicios, además de que al hacerlo ayuda a mantener el flujo sanguíneo adecuado y que oxigene el cerebro.





