Después de caminar varios días junto a sus dos hijas y sin comer, Matilde Cazeé llegó hasta la Terminal de Transporte de Santiago, Veraguas, en busca de ayuda médica para ella y sus hijas, sin embargo su esfuerzo no ha tenido frutos.
Con voz temblorosa por el hambre que la agobia y posiblemente enferma, la indígena desde una esquina de la terminal busca la forma de ser escuchada pero nadie la mira.