Los pacientes se molestaron porque el nefrólogo no los atendió en el momento en que ellos lo pedían, por lo cual cerraron la Interamericana, lo que creó un descomunal tranque. Al lugar llegó la policía para intentar persuadirlos de que abrieran la vía.
Antonio Garrido, paciente renal, dijo que esperan que el ministro de Salud y el presidente de la República no permitan que se juegue con la salud de los pacientes renales con estos cambios que pueden afectar a quienes se colocan los catéteres.





