Hace muchos años, aprendí una gran lección: quien crea que la vida es blanco y negro está destinado a quedar enmarañado entre la gama de colores que ella nos ofrece.
Hay quienes solo ven los extremos y, por tanto, sus posturas son extremistas. O es esto, o es aquello. No hay una gama de posibilidades u opciones en el medio. No hay grises ni beige ni celestes ni rosados, solo blanco y negro.





