El Tour de Francia comienza hoy su centésima edición con una etapa totalmente plana, disputada al borde de la playa corsa y que a buen seguro está destinada a un llegador.
Los 213 kilómetros de la jornada no presentan dificultades y ni el viento parece que vaya a ser demasiado obstáculo para impedir una llegada masiva.





