Dorila Lizondro denunció que una inyección mal puesta en el hospital materno infantil José Domingo de Obaldía afectó el nervio ciático de su hijo de once años, lo que le impide caminar normalmente.
Yo acudí con mi hijo en busca de salud el pasado 27 de mayo y allí lo inyectó un practicante de enfermería de la Universidad Autónoma de Chiriquí, y desde entonces mi hijo se queja de dolor en la pierna, le falsea y no puede afirmarla cuando camina, dijo la madre.