A pesar de ser la época de mayor venta de mariscos, es precisamente cuando los pescadores de Changuinola, Bocas del Toro, se están comiendo un cable. No están pescando nada.
Mario Franco, dedicado a la pesca desde los cinco años, dijo que tiene dos semanas de no lograr una pesca que por lo menos le reponga los gastos de gasolina, aceite, café, comida y otras inversiones.