La pegada de Cristiano Ronaldo decidió ayer el último clásico Athletic Club de Bilbao-Real Madrid en San Mamés, un partido que terminó con el tercer 0-3 consecutivo en este enfrentamiento en los últimos años, tras dos primeros tantos del portugués y un tercero del argentino Gonzalo Higuaín, que cerró el marcador.
No le tiene en demasiada estima la vieja Catedral al crack portugués, que tampoco hace mucho por ganarse el cariño, pero seguro que la entendida grada rojiblanca sí valora la entidad del fútbol de un jugador como CR-7.





