A muchos panameños les gusta mascar chicle, y lo hacen, incluso, en lugares donde no debe.
Sin embargo, las razones de consumo pueden deberse a un simple hábito o para refrescar el aliento.
En Panamá se consume, en promedio, más de 300 gramos de chicles por año; los niños comienzan a consumir chicles a los 7 años.
-La goma de mascar o chicle sin azúcar estimula la producción de saliva 10 veces más que la regular y ello neutraliza la placa en la boca y reduce el riesgo de caries en un 40%.