Francisco comenzó su pontificado con una misa solemne, durante la cual le fue impuesto el palio y el anillo del Pescador -símbolos del ministerio pontificio- y en la que hizo una vibrante defensa de la naturaleza y dijo que el poder del papa es el servicio a los otros, sobre todo, a los pobres.
Ante unos 200,000 fieles, según datos del Vaticano, el papa Bergoglio invitó a los feligreses a la esperanza, a pesar -dijo- de las nubes grises.





