Dicen por ahí ...
en los lugares tales de una urbe...
hasta lo comentan en las redes sociales
y los periódicos lo venden como pan caliente,
que el talón de Aquiles -debilidad- del hombre es la mujer.
Por medio de abrazo abrigador
y fundir piel con piel...
simularé la destreza del aire
para ceñirte sin que te des cuenta;
si me besaras...
me comiera esos labios como si fueran una barra de chocolate;
te aclaro, nena, esto no tiene nada que ver con las prisiones carnales.





