Hay que estar preparado. Cuando se alcanza la edad de la jubilación algunas personas caen en depresión, porque sienten que ya no sirven para nada. El doctor José Jurado, coordinador del Programa de la Tercera Edad de la Caja de Seguro Social, explica que esto se debe a que emocionalmente ni económicamente los que pasan al retiro están preparados para asumir ese rol.
Explicó que al sentirse aislados, muchos encuentran en los casinos alivio, porque se sienten atendidos cuando les regalan vinos, sodas, tragos y están pendientes de ellos. En cambio otros se refugian en el alcohol.