Una labor que no termina. La mayor bendición que tiene un educador es ver a sus estudiantes crecer y convertirse en profesionales, en esto coincide un grupo de maestros que ayer asistió a la ceremonia de condecoración de la Orden Manuel José Hurtado como parte de los actos protocolares en el Día del Maestro.
Esta condecoración se les da a aquellos maestros que han dejado en las aulas algo más que la educación, su alma y proyectos para mejorar su escuela. En medio de la celebración se realizó una misa en honor a los educadores de Panamá.





