La mayoría de las personas no tienen síntomas, porque su sistema inmunitario impide que el parásito provoque la enfermedad. A veces, las personas que tienen toxoplasmosis experimentan síntomas parecidos a los de la gripe, como:
Ganglios linfáticos hinchados.
Fatiga.
Dolor de cabeza.
Dolores por todo el cuerpo.
Fiebre.
En las personas que tienen un sistema inmunitario débil, la toxoplasmosis puede provocar problemas médicos graves, como:
Confusión.
Visión borrosa.





