La verdad me duele mucho, porque vengo de otro país (Nueva Zelanda) y llegó al mío y me doy cuenta que estas cosas suceden en el día a día; es triste, asusta, da mucho miedo, confesó.
En el pasado Girón trabajó con las divisiones inferiores del Chorrillo FC, en donde fue testigo de otro hecho de violencia en el deporte panameño.