E n una aldea de alguna parte del país, vivía un hombre viejo y sabio.
Tenía ya noventa años de edad y parecía contento y feliz.
Y entonces, alguien le dijo: "Vives una hermosa vida, tan larga..."
El viejo aspiró con fuerza su pipa y contestó: "Tú solo vives un día...".
Esto era lo que le había enseñado la vida. Solo vives un día: ¡HOY!
Para vivir de veras, debes vivir hoy. La vida es corta. Y pasa pronto. Y si no vives hoy, habrás perdido el día.





