Alemania/ Bayern Múnich y Chelsea plantearon ayer la final de la Liga de Campeones como una revancha casi personal, por muchas razones.
Pero poco o nada dejaron entrever de sus estrategias para el partido de hoy (1:45 p.m.). Mientras el técnico alemán Jupp Heynckes apeló a una mezcla entre frialdad y fórmulas para desactivar a jugadores como Didier Drogba, su colega Roberto Di Matteo escondió cualquier pista y dijo que no decidirá la alineación hasta unas horas antes del encuentro.





