A pesar de que nuestro país cada vez crece más en el área del turismo, aún existe un gran vacío en cuanto a la atención tanto a panameños como a extranjeros.
Y es que, a donde usted va sigue topándose con personas que son cero amables con los clientes y con su cara de burro en tren sin exagerar, solo falta que saquen un látigo y le peguen cuando usted recibe un servicio que ni siquiera es gratis.





