La situación se torna difícil cuando el indigente no encuentra cartucho, ya que se pasea desnudo por las principales calles del distrito chorrerano y lo peor es que se embarra su propio excremento en la cabeza.
Ya la población no sabe qué hacer con este enfermo, del cual se desconoce quiénes son sus familiares, pero que ya tiene más de 5 años de estar deambulando por La Chorrea.