Como un error en la vida. Así pueden muchos catalogar lo ocurrido con la boxeadora panameña Ana Pascal en el 2008. Pero hay quienes tienen mucho que agradecer a esta púgil panameña, quien hasta el sol de hoy sigue en el deporte del tinglado.
Cuando llegué a la preventiva en el 2008, yo hacía mi rutina de ejercicios y las muchachas se me acercaron para que les enseñara, con estas palabras Ana Pascal recuerda los pininos del boxeo en el Centro Femenino de Rehabilitación, en San Miguelito.