¿Daño en mis riñones?, ¿cómo puede ser, si me trato mi presión arterial alta?

Dr.

Gaspar Aramis Da Costa FosterTengo 67 años, y soy como casi todos los panameños, una mezcla de razas, lo que ha dificultado el tratamiento de mi presión arterial alta.

Mi médico general me dice que tengo que ir a un nefrólogo, porque mi nivel de creatinina en sangre es 1.

7 mg/dl.

Me explicó que puedo tener nefropatía hipertensiva (falla renal debido a la hipertensión arterial).

¿Cómo puede ser esto posible, si me controlo la presión arterial con medicamentos hace 30 años? Mi médico me insiste que eso no impide el daño renal.

Me puede explicar esto.

Como se comentó la semana pasada en esta columna, la creatinina en sangre es un adecuado indicador indirecto de la función renal.

Valores de esta sustancia de desecho de la función muscular, mayores de los esperados para la edad y sexo se asocian a disminución en el trabajo del riñón.

Otro indicador de laboratorio es la presencia de proteínas en la orina.

Cuando se encuentran signos y síntomas compatibles con una enfermedad renal crónica se hace el diagnóstico.

El profesional más idóneo para diagnosticar y tratar las enfermedades renales es el nefrólogo y por eso su médico lo refirió a este especialista.

La hipertensión arterial es una condición que afecta la irrigación de sangre del cuerpo.

Específicamente el flujo sanguíneo renal puede estar disminuido debido a remodelación vascular con aumento de la pared de los vasos sanguíneos y disminución de la luz interior de los mismos, no llegando suficiente oxígeno y nutrientes a los órganos, por lo que la corteza del riñón debido a la falta de nutrición y oxígeno (isquemia) pierde células renales.

Además, se presenta un aumento de la resistencia vascular renal debido a endurecimiento de los glomérulos (estructuras responsables de la filtración renal) y contracción de los vasos a la entrada de los glomérulos.

El aumento de la presión arterial somete a los glomérulos a hiperfiltración que daña la estructura de estos filtros naturales.

(Es como si con una manguera de agua de presión golpeamos un colador de café, en poco tiempo este se romperá).

La hipertensión arterial es parte de la enfermedad arterosclerótica, que implica engrosamiento y endurecimiento de los vasos sanguíneos y se asocia a infartos en los órganos llamados blancos.

Entre ellos están los riñones.

La presión arterial elevada está relacionada con el desarrollo de complicaciones cardiovasculares en una forma gradual y continua.

El riesgo de estas complicaciones aumenta con cada incremento de presión arterial incluso dentro del rango normal alto.

Aunque uno piense que tiene la presión controlada, se ha demostrado que pueden darse fluctuaciones peligrosas de la misma a lo largo del día, principalmente si no se tiene un estilo de vida saludable.

Cada vez que tomamos alcohol, fumamos, ingerimos alimentos ricos en sal o preservantes, tenemos un manejo inadecuado del estrés, podemos tener fluctuaciones en nuestra presión arterial que si se dan en forma repetida favorecen la enfermedad arterosclerótica (acumulación de depósitos de grasa o placas por un proceso inflamatorio en el interior de los vasos sanguíneos y reducción en la luz de los mismos), sobre todo si además se da sobrepeso u obesidad, aumento de las grasas.