Leptospirosis en edad pediátrica
La leptospirosis se puede encontrar tanto en países desarrollados, como en países en vías de desarrollo.
Los niños, no están exentos de padecerla, sobre todo si tomamos en cuenta, que muchas veces no están bajo la supervisión de sus padres.
La leptospirosis afecta en mayor proporción a poblaciones más susceptibles: Clases sociales de menor ingreso, habitantes de zonas rurales, niños que habitan en casas húmedas ( pisos de barro ), personas que viven en ambientes carentes de agua potable y de servicios sanitarios, que favorecen el contacto con aguas infectadas con orina de animales.
La leptospirosis clínica en niños se observa en 2 a 3% de los casos y no se describe diferencia entre ambos sexos.
Los animales son los mayores reservorios de la bacteria. En primer lugar, los roedores, siendo las ratas los vectores más comunes. En segundo lugar, animales domésticos (perros, vacas, cerdos, caballos, ovejas), los cuales pueden ser portadores de infección crónica.
Los animales infectados eliminan los gérmenes a través de la orina, contaminando los suelos y las aguas.
En los niños, al igual que en los adultos, la transmisión es a través del contacto directo con animales enfermos, siendo la puerta de entrada la piel (a través de pequeñas heridas o excoriaciones) o a través de la exposición a aguas estancadas contaminadas con orina de animales infectados. Esto puede ocurrir cuando los niños nadan, se bañan o chapotean en dichas aguas o cuando beben aguas contaminadas.